Mis dos viajes a La India.
¿Qué tienen de especial los viajes a La India con Mango Shape?
La mayoría de visitas son a lugares donde los turistas no acceden habitualmente: templos donde solo hay gente del país, pueblos y zonas rurales con el encanto de lo auténtico, poder acceder y entrar en casas particulares y compartir con las familias su comida, sus costumbres, visitar toda la casa y charlar con ellos y conocer su forma de vida, sintiendo en todas las casas una sincera y grata acogida.
También poder compartir con maestros y gurús encuentros y ceremonias en privado, solo para nuestro grupo de forma muy cercana, lo cual es un gran privilegio. Participar en prácticas y demostraciones de cocina típica de la zona. Y todo esto poder compartirlo con otras mujeres de diferentes provincias y paises, lo cual lo hace aúm más enriquecedor por la propia relación entre nosotras.
En mis dos viajes, totalmente distintos pero con todos estos privilegios, ha habido muchos momentos de grandes emociones, enriquecimiento y aprendizaje que no acaba al final del viaje, sino que se mantiene vivo. Además de recibir una explosión de colores, paisajes, olores, miradas, sonrisas y espiritualidad que nos ofrece la Madre India.
Después del primer viaje tuve claro que quería volver, de hecho mi propia familia me animó a hacerlo al ver cómo me sentía. Entonces no pensé que sería tan pronto, pues ha sido justo al año que he vuelto. En este segundo viaje, además de conocer nuevos lugares maravillosos, La India me ha mostrado otra realidad. He vuelto a visitar algunos lugares por segunda vez sintiéndome en casa, como al lado del Ganges.
Así que yo digo... hasta pronto India.
Namaste.
Maite Cases
¿Qué tienen de especial los viajes a La India con Mango Shape?
La mayoría de visitas son a lugares donde los turistas no acceden habitualmente: templos donde solo hay gente del país, pueblos y zonas rurales con el encanto de lo auténtico, poder acceder y entrar en casas particulares y compartir con las familias su comida, sus costumbres, visitar toda la casa y charlar con ellos y conocer su forma de vida, sintiendo en todas las casas una sincera y grata acogida.
También poder compartir con maestros y gurús encuentros y ceremonias en privado, solo para nuestro grupo de forma muy cercana, lo cual es un gran privilegio. Participar en prácticas y demostraciones de cocina típica de la zona. Y todo esto poder compartirlo con otras mujeres de diferentes provincias y paises, lo cual lo hace aúm más enriquecedor por la propia relación entre nosotras.
En mis dos viajes, totalmente distintos pero con todos estos privilegios, ha habido muchos momentos de grandes emociones, enriquecimiento y aprendizaje que no acaba al final del viaje, sino que se mantiene vivo. Además de recibir una explosión de colores, paisajes, olores, miradas, sonrisas y espiritualidad que nos ofrece la Madre India.
Después del primer viaje tuve claro que quería volver, de hecho mi propia familia me animó a hacerlo al ver cómo me sentía. Entonces no pensé que sería tan pronto, pues ha sido justo al año que he vuelto. En este segundo viaje, además de conocer nuevos lugares maravillosos, La India me ha mostrado otra realidad. He vuelto a visitar algunos lugares por segunda vez sintiéndome en casa, como al lado del Ganges.
Así que yo digo... hasta pronto India.
Namaste.
Maite Cases
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