Queridas mujeres hermosas del mundo,
Me complace añadir un nuevo agradecimiento, y esta vez incluso mas especial todavía para mi, de mi querida tía, Ilana, que formo parte integra del grupo de mujeres, en el ultimo viaje de mujeres a la India de Mango Shape, de febrero 2011.
Mi intención con los comentarios y agradecimientos, es ayudar a las mujeres que se encuentran indecisas en regalarse tan bonito viaje y apuntarse a uno de los próximos viajes...
¡QUE LO HAGAN!
Os dejo con la experiencia vivida de Ilana, y con su foto de su preciosa caja tradicional de especies que se trajo de su viaje a la India...
“Ella (Tali) dijo desde un principio que el viaje a la India tiene algo especial, algo que traza una línea, una frontera entre el “antes” y el “después” de la experiencia.
Yo, internamente -y con todo el respeto a Tali (mi queridísima sobrina) y a la India- pensaba que a mi edad ya he pasado algunas cosas en la vida, y que resultaba exagerado decir que un viaje de dos semanas marcaría "un antes y un después".
Ahora ha pasado casi un mes desde que volví de ese viaje, y estoy completamente en mi "después”.
Ahora, momento a momento, surge algo diferente. Por ejemplo, me encuentro pensando... ¿cuál seria la palabra del día de hoy en este día de mi vida?
La voz dentro de mi mente me hace reconocer: "Ella tenía razón, esto es después".
En muchísimas cosas y en muchísimas oportunidades se reflejan en mí los momentos del viaje; es como la luz de una linterna que ilumina un punto, dejando a todo lo demás en la oscuridad.
Estoy planchando, en mi casa, y veo al hombre que vi en la calle de Jaipur, planchando con la plancha de carbón.
Me pongo el collar que tan divinamente recibí de Lourdes en ese lugar lleno de encanto, en Rishikesh; me inunda un sentimiento... ¡hecho de menos a mis amigas del viaje!
¿Qué es, ahora, de ellas? ¡Quiero tanto encontrarme con todas…!
Recuerdo que cuando salimos, después de los regalos, Remei vio en el cielo una cometa. Fue para mí un momento mágico. De pie, en esa terraza, mirando el cielo y el río Ganges.
Más que en ninguna otra cosa, encuentro mi "después" en el sentimiento de liberación. Recién ahora lo veo claramente: algo en todo lo que pasé en esas dos semanas, algo en eso de estar sola con otras mujeres, en lo espiritual y cultural, algo en Tali... Todo junto, fue especial.
Ahora, con la perspectiva del mes que casi ya ha pasado, me doy cuenta de que fueron dos semanas mágicas; que me sentí libre, contenta, en calma y segura.
Aquí, en mi vida común, nadie me llama "Chachi" o "Mosi"; nadie pensó en la palabra del día para mí; nadie me dice: "Ilana, ahora hacemos meditación"; o "ahora subimos al templo a ver la salida del sol..."
Así que si quiero seguir llenando mi vida con ese "algo más" que otorga liberación y riqueza verdadera, tengo que hacerlo yo misma. Entendí, en mi "después", que en el increíble viaje de mujeres a la India... ¡aprendí cómo hacerlo!
Gracias Tali y gracias a ustedes queridas amigas, Lourdes, Lola, Remei y Dorit.”
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