EL ESCRIBA DE VYASA
Gracias a su colmillo roto, Ganesha pudo ayudar a Vyasa a escribir el Mahabharata.
Un día el sabio Vyasa se aproximó a Brahma y le dijo: "¡Oh Señor!, mi inteligencia y memoria han desaparecido. Por favor dime qué debo hacer".
El dios le respondió: "¡Oh Vyasa!, ¿no sabes que todos los problemas surgen por olvidar al Señor Ganesha? Al iniciar cualquier rito, actividad productiva o social, al entrar en un nuevo hogar o construcción, y al comenzar toda labor que tenga como finalidad el conocimiento, se destruirán los obstáculos si uno recuerda y venera a Ganesha.
Refúgiate en él, complácelo con himnos y adóralo, y serás capaz de terminar cualquier actividad. De otra manera podrás intentarlo por un millón de años, pero no alcanzarás el éxito completo
Así lo hizo Vyasa y poco después se hallaba sentado en su ashram, con el firme propósito de escribir el Mahabharata, pero debido a la velocidad de sus pensamientos, necesitaba de un escriba divino que tomara su dictado. Vyasa meditó en Brahma, quien le sugirió que nuevamente pidiera ayuda a Ganesha. Vyasa oró a Ganesha y el dios apareció ante él.
Así lo hizo Vyasa y poco después se hallaba sentado en su ashram, con el firme propósito de escribir el Mahabharata, pero debido a la velocidad de sus pensamientos, necesitaba de un escriba divino que tomara su dictado. Vyasa meditó en Brahma, quien le sugirió que nuevamente pidiera ayuda a Ganesha. Vyasa oró a Ganesha y el dios apareció ante él.
El sabio le preguntó: "¡Oh Señor!, ¿serías tan gentil de tomar el dictado del Mahabharata?".
Ganapati sonrió y dijo: "Lo haré, pero no debe haber pausa ni interrupción".
Vyasa le respondió: "Muy bien, Señor, pero te suplico que sólo escribas después de comprender el significado literal y simbólico de aquello que te dicte". El dios con cabeza de elefante estuvo de acuerdo.
Cuando Vyasa vio a Ganesha escribir a la misma velocidad de su pensamiento usando su colmillo roto como pluma, concluyó que no tendría tiempo para componer nuevos versos, por lo que le dictó algunos con 108 significados. Mientras Ganesha se detenía para meditar en ellos, el sabio componía otros mil versos con su poderoso intelecto.
No es de extrañar que con Vyasa como poeta, Ganesha como escriba y Krishna como personaje principal, este poema no tenga paralelo.
Esta historia enseña que para todo trabajo, especialmente el relacionado con el conocimiento, necesitamos la gracia divina pero también requerimos del auxilio divino para comprender cabalmente todos los significados simbólicos de los textos sagrados.
Esta historia enseña que para todo trabajo, especialmente el relacionado con el conocimiento, necesitamos la gracia divina pero también requerimos del auxilio divino para comprender cabalmente todos los significados simbólicos de los textos sagrados.
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