Mi muy estimada Tali,
Por fin nuestro segundo viaje a la India es toda una realidad; un sueño perseguido y conseguido.
Miro hacia atrás y no puedo creer de qué manera un simple correo de un amigo pudo cambiar mi vida. “Gracias Jorge”. Era el plan de tu primer viaje al estado de Rajastán. Me causó una gran impresión y desde el primer momento me llegó muy adentro y tuve una fuerte sensación de que algo nuevo comenzaba en mi vida.
Efectivamente no me equivoqué. Esta aventura atrajo a mi vida nuevas experiencias, seres y vivencias, que la han hecho distinta y especial para siempre. Comenzó la línea que trazó el antes y después.
Todos hemos leído, visto o escuchado todo lo inimaginable sobre la India; pero el vivirlo en primera persona y guiada por ti, a través de tus experiencias, amigos, familia y conocimientos, te puedo asegurar que hizo que la India fuese algo nuevo, pero a la vez atrayente, sencillo, familiar y sensacional.
No hace falta que te reseñe la calidad y cariño que impregnaste al viaje y que hizo que en todo momento me sintiese cómoda, atendida y segura; a la vez fue una aventura llena de vivencias, sorpresas, visitas a lugares espectaculares donde no siempre el turista llega con facilidad y especialmente, convivencia con el pueblo, personas y familias sensacionales que nos enseñaron sus hogares, lujosos o sencillos, su forma de cocinar, su vida….
Hiciste posible que utilizáramos todos los medios de transporte existentes, nos llevaste a unos hoteles llenos de encanto y calidad, tus amigos nos acogieron en sus hogares con cariño y hospitalidad. Pero lo más importante fue tu preocupación de que la India nos entrara en lo más profundo de nuestro ser.
Te diré que lo conseguiste hasta tal punto que todos los recuerdos siguen dentro de mí y durante todo un año no ha pasado un día en que no recuerde a las maravillosas aventureras que nos reuniste, los olores, los colores, los maravillosos templos, la charla con el gurú, los colores del Ganges, la puja en Rishikesh, los exóticos viajes en tren, los mercados, la maharaní y su palacio, la belleza de las mujeres en el campo, sus saris, la música, la meditación y especialmente… los seres que pueblan ese gran país; jamás pude pensar que el pueblo indio fuese tan afable, hospitalario, generoso y especialmente respetuoso.
De Marruecos fuimos dos mujeres viajeras, y las dos regresaremos contigo en octubre al Himalaya. Otras dos maravillosas mujeres, Antonia y Maite, también vivirán por segunda vez la India contigo y con nosotras
Todas sabemos que harás de este viaje al Himalaya una gran aventura llena de experiencias que llenarán nuestros sentidos.
Animo a mujeres aventureras y especiales a embarcarse a un viaje lleno de todo lo que “nosotras mujeres” necesitamos para sentirnos plenas: soledad, silencio, aventura, meditación, contemplación, risas, emoción, complicidad…..porque la guinda de esta gran aventura somos nosotras “las mujeres aventureras”.
Con cariño,
Belén
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